Tu Tierra no es la única Tierra
Imagina varios mundos similares al tuyo.
Mundos donde otras civilizaciones ganaron una guerra que cambió el rumbo del planeta, mundos donde nacieron tecnologías diferentes, mundos con sus propias historias de lucha, amor y desamor.
En uno de esos mundos, una tormenta fractal aparece sobre Brisbane, Australia, a las siete de la tarde de un día de agosto. Una malla de energía violácea envuelve el cielo. Y eso es solo el principio.
Tan solo doce horas después, la telaraña cubre media Australia, Papúa Nueva Guinea y Nueva Zelanda. En una semana, medio planeta está cubierto por la red. Al duodécimo día, la Tierra entera está encerrada en una prisión de energía.
Luego comienza el derrumbe.
Es el fin del mundo. El final de muchos mundos. Un colapso de realidades que está a punto de llevarse por delante un sinfín de Tierras paralelas.
Y los únicos que pueden contener el desastre son los tripulantes de la nave Pegaso. No es la primera vez que se enfrentan a la red fractal; de hecho, ese es su trabajo. Pero esta vez es diferente.
¿Qué ocurre con esta Tierra, de la que parte la red? ¿Qué la hace distinta al resto? ¿Y podrán detener su avance, antes de que la destrucción se propague y arrase el multiverso por completo?