Daniel sólo deseaba una cosa en la vida: aprender a volar. En los Estados Unidos balcanizados del futuro próximo, el Medio Oeste ha caído en manos del cristianismo fundamentalista, que detesta la libertad sexual, el pensamiento libre y, por encima de todo, la música, que permite volar a unos pocos elegidos. En el pequeño pueblo de Amesville vive Daniel Weinreb, acosado por la hipocresía y el puritanismo de sus vecinos y con un solo pensamiento: escapar a Nueva York, como su madre antes que él, y aprender a volar. Tras padecer los campos de trabajos forzados, conocer el lujo de las mansiones de los nuevos señores feudales y disfrutar de los sórdidos esplendores de la gran ciudad, Daniel aprenderá cuál es el precio a pagar para ser un gran músico y realizar por fin su sueño.