Convicto de asesinato en la cárcel de San Quintín, Darrell Standing se ve sometido al castigo adicional de verse inmovilizado en una terrible camisa de fuerza. El tormento físico dará en su caso el acceso a otro plano de existencia en el cual puede recorrer sus vidas pasadas: «Únicamente la carne muere y se transforma (...) el espíritu perdura y continúa construyéndose sobre sí mismo a través de encarnaciones infinitas y sucesivas en su eterno ascenso hacia la luz».