Armados de la Guía del autoestopista galáctico, los protagonistas del libro más divertidoque se recuerda continúan sus disparatadas aventuras, que les conducirán al asombrosoRestaurante del fin del mundo. Douglas Adams vuelve a explorar las posibilidadeshilarantes de la ciencia ficción, pero tomando también como base la tradición delhumor de Lewis Carroll, que le permite inventar espacios impensables, objetos charlatanesy paisajes pintorescamente absurdos.