David Jasso es el maestro del terror psicológico, aún más: es el maestro del terror inteligente. Juega con la realidad y la deforma sin que casi nos percibamos de ello, hace que el terror entre despacio en nuestras vidas y tome posesión de nuestro mundo. Maneja los resortes de la irrealidad de forma sublime. Y nos lleva hasta donde él quiere, para luego dejarnos abandonados con nosotros mismos (después de hacernos ver que no somos muy buena compañía).
Esta antología es un perfecto ejemplo de ello: terror realista, sin efectismos ni gore, del que se posa despacio y anida en el alma. A veces más que terror, genera incomodidad, remueve y da mal rollo. Como la vida misma.