Una pintora y un científico tienen un encuentro sexual en un acantilado. No saben nada el uno del otro, ni cómo han llegado allí. Se separan, aunque se acuerdan el uno del otro más de lo que les gustaría.
Él se marcha a Leiden de estancia en un centro de investigación. Ella pinta un retrato del científico, pero la figura del cuadro escapa y adopta la siniestra forma de El Hongo. Este musgo viviente acecha al científico en su apartamento de Leiden con intenciones poco claras.
La pintora expone un cuadro del encuentro en el acantilado, con el que un fotógrafo amante de los cuchillos se obsesiona, y la acosa. La única posibilidad de salvar la vida para la pintora y el científico reside en volverse a ver, pero no será fácil.
El suspense crece en una espiral de fantasía, ciencia-ficción y romance perverso en este slipstream metaliterario.