Pocos temas nos apasionan tanto como aquel que se vincula con la existencia de los extraterrestres y, sobre todo, con la posible presencia de estos (pasada, presente o futura) en nuestro planeta. Las razones de tal entusiasmo son innumerables, pero una de las principales responde sin duda a que el asunto permite ser tratado a través de infinidad de perspectivas, que engloban desde el tronchante humor al descarnado terror, desde la ciencia exacta a la disparatada especulación, desde la cruda realidad a la visionaria ficción, al tiempo que brinda la posibilidad de incorporar temáticas transversales de gran enjundia, de esas que nos instan a reflexionar sobre nuestra naturaleza, y no solo a nivel individual, sino también global, como especie, como parte de un todo, como parte de un universo que se observa a sí mismo a través de nuestros propios ojos.
La pregunta era cómo abordar un asunto tan apasionante. Nosotros decidimos para ello dejarnos guiar por la siempre arrebatadora Paradoja de Fermi, a la que hemos conferido una pátina humorística bajo la cual puede hallarse el mayor de los rigores. Desde luego, ha sido toda una experiencia.