Estamos en el 2010. Dentro de dos años se cumplirá el centenario de un suceso que ha obsesionado al mundo: el hundimiento del "Titanic". Los restos del que fuera el mayor y más famoso transatlántico yacen a cuatro mil metros de profundidad, en el fondo del océano Atlántico, cual perenne recordatorio de la fragilidad de la técnica frente a los embates de la naturaleza. Un siglo después, el afán de sacarlo a la superficie es irresistible. Sin embargo, el "Titanic" oculta un inquietante secreto que puede cambiar el futuro del mundo.