Dirk Gently es un detective muy peculiar. Sherlock Holmes afirmaba que, cuando se ha eliminado lo imposible, lo que queda -sea lo que sea- es la verdad. Dirk Gently, sin embargo, jamás elimina nada, y menos que nada, lo imposible. Y para resolver sus casos prefiere recurrir a la física cuántica antes que a las huellas dactilares. Así pues, cuando le encargan la búsqueda de un gato perdido -un misterio por lo general muy fácil de desentrañar-, Dirk acaba encontrando dos fantasmas y un Monje Ejecutivo venido de otra dimensión, y decubre un terrible secreto de la humanidad...