«Éramos demasiado débiles. No fuimos capaces de adaptarnos, de ver lo que se nos venía encima. Seguimos andando, comiendo, follando, escribiendo, comprando, respirando, concentrados en nuestras miserias, acudiendo al trabajo con normalidad... asumiendo que eran leves variaciones en nuestra rutina, sin sospechar que el mundo que conocíamos había llegado a su fin.
La realidad perdió su consistencia y ahora habitamos un nuevo escenario en el que convivimos con relatos que parecen surgidos de una mente enferma: antiguas leyenda se corporizan, personas que renacen, se duplican o desaparecen, objetos que cobran vida, jóvenes que se comportan como mutantes...
Me contrataron para mentir, para justificar las singularidades, para convertir lo inexplicable en razonable. Tras los accidentes del Día Cero las desviaciones infectan la Tierra. Debo proteger a la gente de sí misma y ayudar a mantener el orden. Sin embargo, he llegado a la conclusión de que para luchar contra un monstruo, hay que convertirse en otro.»