No era más que un niño el día que las piedras cantaron mi nombre. No era muyo mayor el día que el Destino señaló en otra dirección. Mil años de sombra, mil años de sangre, mil años de muerte. Tres mil años hasta la llegada del Anunciado, hasta la derrota de la Dama Negra. Eso dijo el Destino cuando marcó al que devolvería la luz al mundo.
El Destino estaba equivocado.
Mi nombre es Saeth, y soy el señor de Cralewand. Soy el siervo más leal de la Oscuridad. Soy el hombre que se arrodilló ante la Dama buscando la muerte y se puso en pie convertido en un dios. Soy el que va a matar al héroe que el Destino eligió para salvarnos. Soy el que va a matar al que un día fue mi amigo.
Porque el camino a la luz pasa siempre por la oscuridad. Porque la verdad no está escrita en piedra. Porque en todas las historias quién es el héroe y quién es el villano depende mucho del punto de vista