Brujas de arena es una historia de aventuras y búsqueda, pero también de cómo hacerse más fuerte que la desesperación y el abandono y de cómo seguir adelante en un medio hostil. De querer y de crecer. De desierto, magia y pólvora.
Desde que la primera bruja derramó su sangre sobre la tierra, muchos años atrás, el desierto crece y devora los pueblos de los hombres. Grupos de cazarrecompensas persiguen y dan muerte a las brujas antes de que encuentren refugio en el corazón del desierto, donde la reina de las brujas ha establecido su corte.
Kilian no comparte el odio de sus vecinos por las brujas. Su madre fue una de ellas e Indivar, su hermana mayor, ha heredado su magia. Los dos hermanos malviven en Fraguas, donde él se encarga de repartir agua. Su vida es tranquila hasta que llega un grupo de cazadores e Indivar desaparece. Incapaz de asumir la idea de perderla y de enfrentarse a la soledad, Kilian se interna en el desierto en su búsqueda. Allí, su camino se cruzará con el de Zoe, más conocida como el Perro: una bruja rechazada y temida a partes iguales con la habilidad de rastrear la magia.