La civilización ha desaparecido. El orden y la disciplina no organizan ya la sociedad: es la ley del más fuerte. Grandes sectores del planeta han vuelto a la barbarie. Tribus con extraños hábitos y religiones increíbles dominan zonas que antiguamente eran grandes ciudades. Los mismos caminos han dejado de ser tales. Pero aún hay quien se ve obligado a utilizar los restos de las antiguas autopistas para trasladarse de un lugar a otro. Solo que ahora se enfrenta con peligros increíbles, con seres humanos degenerados y con una nueva civilización primitiva, cruel, elemental que acecha a ambos lados de la autopista..