Virginia Occidental, Estados Unidos. Bluefield es un pueblo como cualquier otro; apacible, monótono, tranquilo y lejos de todo. Rodeado por interminables montañas y bosques, es el lugar idóneo para un fin de semana perfecto en el que disfrutar de la naturaleza, alejarse del mundanal ruido y gozar del placer de la caza. Atraídos por la invitación de un viejo amigo, los Emerson, padre e hijo, acuden junto a dos conocidos más, a una cabaña que será la casilla de salida de una excursión que promete estrechar lazos rotos tiempo atrás. Sin embargo, conforme se internan en el bosque, algo parece ir mal; extraños chirridos, fogonazos inexplicables y una densa niebla les rodean, a la vez que la flora y la fauna les resultan desconocidas, como si, en realidad, no se encontraran en el mundo que les es familiar. Cuando se pierden por completo y el escenario se vuelve hostil, las rencillas aparecen, mutando la camaradería en rivalidad, logrando que las acusaciones vuelen y la rabia les controle hasta que los demonios interiores de cada uno se hacen tan reales y mortíferos como las cosas que los persiguen.