El mar es mutabilidad, misterio, movimiento. ¿Qué tiene el mar que nos seduce tanto? ¿Acaso sentimos una atracción atávica, irrefrenable, por volver a su seno porque de él surgieron nuestros más remotos ancestros? Pero el mar también ha sido siempre un lugar peligroso, una entidad implacable, hermosa pero implacable, indiferente a nuestras vidas, pensamientos o emociones. Los hombres, no obstante, se han aventurado en sus aguas desde la más remota antigüedad y las han surcado con la esperanza de encontrar nuevas tierras y paraísos soñados. El volumen que el lector tiene en sus manos pretende recoger la cara más misteriosa y terrible de esta aventura inmemorial. Con esta intención ha reunido su antólogo, José María Nebreda, veintisiete relatos de terror en el mar de variada temática y muy diversos autores, desde los más clásicos a los menos conocidos.
El lector encontrará en esta recopilación relatos de Jack London, “A poniente”; Lovecraft y Derleth, “El pescador de Cabo Halcón”; Blackwood, “Una isla encantada”; Belknap Long, “Segunda noche mar adentro”; Wandrei, “Surgido del mar”, o Burks, “Las campanas de Océana”, junto a otras historias de autores más olvidados, como la lovecraftiana “En la isla de los hombres azules”, de Robert W. Sneddon; “Niebla”, un bellísimo relato de Dana Burnett; “Superstición marina”, de John Masefield, sobre las leyendas que circulan por las bulliciosas tabernas portuarias; “La isla maldita”, de Mary Counselman, que retrata la desesperación de unos náufragos; o sobre monstruos marinos, como “El océano embrujado”, de John B. Ford, un apasionado homenaje al maestro absoluto del género, W.H. Hodgson. Sólo nos queda desear al lector de esta antología una feliz travesía por sus procelosas páginas y que arribe indemne a buen puerto tras surcar estas aguas profundas llenas de aventuras y horrores.